Estas son las señales que te indican cuándo cambiar las pastillas de freno

El coche se ha vuelto uno de los elementos indispensables en nuestra vida moderna. Su funcionamiento adecuado requiere de algunos cuidados básicos. Un punto fundamental es la atención y el reemplazo de las pastillas de freno ya que no querremos andar dando tumbos por ahí con una unidad descontrolada y en el menor de los problemas dañarla y dañar a otros autos. Considera su reemplazo con una periodicidad determinada.

Una práctica simple es anotar la fecha de tus últimos recambios de coche y el tiempo estimado de reemplazo recomendado por tu mecánico. Aun cuando tus pastillas de freno no te den problemas, reemplazarlas con anticipación siempre es una práctica adecuada. También procura cambiar tus pastillas de freno después de un evento de frenado extremo, por ejemplo, después de evitar una colisión y con un frenado intempestivo. En ocasiones las pastillas de freno se cristalizan por la fricción y el calor extremo, demandando su reemplazo.

De igual manera, poner atención permanente a lo que «te dice» tu automóvil es una práctica cotidiana. Si notas rechinado o sonido de fricción en las llantas al conducir, tenlo en cuenta y quizá debas aumentar la periodicidad de tus recambios de coche: Tus pastillas de freno están llegando al final de su vida útil y te lo están avisando con un poco de anticipación. Mejor tomarse el tiempo de realizar el recambio para no encontrarte en una situación embarazosa, por ejemplo, en una pendiente o avenida empinada donde te des cuenta que no tienes manera de parar.

Cuando el sonido de las llantas al frenar se escuche ya como una fricción como de raspado o de tallado intenso de un material contra otro… ¡Para! Ya no tienes mucho tiempo, ¡Tus pastillas de freno llegaron completamente al final de su vida útil! Es crucial que realices de inmediato el cambio y conduzcas despacio de manera muy prudente y evites situaciones donde el peso y la inercia de tu unidad requieran de frenado (como las mencionadas bajadas). Evita así ponerte en peligro y a todos los demás que te rodean.

Recuerda que conducir un vehículo es una gran responsabilidad y eso empieza con un mantenimiento adecuado. Aunque no lo creas, hay conductores que piensan que se mueven y operan como por arte de magia sin carburante, sin aceite y, para el caso que nos ocupa, que frenarán sin un mantenimiento adecuado de sus pastillas de freno. Al final, la práctica hace al maestro, con el tiempo irás conociendo tu vehículo y podrás conocer los tiempos de recambio. Tomarte el tiempo para considerar cada uno de estos elementos te ayudará a tener una conducción feliz, evitará que puedas dañar a alguien y te permitirá llegar seguro a tu destino.