[quote quote=”ViKoNeO”]
ein??? no no no!! adrokvs, me dijiste que no iba a ser una especie de toledo😆 [/quote]
Este fin de semana como muchos bien sabréis por el grupo de telegram, tocaba viaje y uno muy interesante, a los campos de lavanda de Brihuega. Este destino se está poniendo mucho de moda por lo llamativos que son los campos, luego os hablaré más de ellos y por la campaña de marketing que le están haciendo que es espectacular.
Pero empecemos por el principio, salimos de Valencia en dirección a Yunquera de Henares, un pueblo que estaba relativamente cerca de Brihuega ya que cuando miramos alojamiento pues estaba todo bastante lleno.
A las 9:03 exactos de la mañana salimos de casa, el 3008 diésel, 180 CV y asociado a una caja de cambios automática como no podía ser menos. La primera parte del viaje lo llevó mi padre casi hasta Requena y después seguí yo. Empezamos con los problemas que le veo al 3008. A bajas velocidades, el volante es el equivalente a soplar una gelatina. No importa lo suave que seas con él, está tan sumamente asistido que sinceramente no me era cómodo por el hecho de que no sabía cuánto me estaba pasando a la hora de girar.
Pero tranquilos, la cantidad de problemas con el volante no se han terminado. Al estar achatado por arriba y por debajo no se me hace del todo natural maniobrar con él, siento como si mis manos fueran dando saltos sobre el volante como si quemara, simplemente porque no puedo hacer el recorrido natural que haría con un volante completamente redondo. En serio, sueno como un viejo de 80 años, pero creo que no hacía falta reinventar la rueda, sobretodo cuando esta, funcionaba perfectamente.
El siguiente problema viene con el diseño del volante, y es que a lo largo de todo el viaje no me encontraba cómo sujetando el volante. A mi modo de ver tiene las formas muy marcadas por los laterales superiores, a las 9 y 10 que se suele decir, y me molesta. Las manos las tengo que llevas más bajas de lo que a mi me gusta, pero eso sí voy más cómodo. Del tacto del volante no tengo queja, el cuero es bueno, me gusta mucho el tacto que tiene y el grosor es más que correcto, es como coger un buen paraguas, que te sienta de perlas.
Con el coche en marcha tengo que reconocer que para maniobrar lo bueno que tiene es el radio de giro, fenomenal. Poca queja tengo en ese aspecto y ya en carretera lo siguiente que hay que aplaudir es la caja de cambios realizada por AISIN. Para poneros en situación, vengo de un 508 de 2011, con caja automática de 6 velocidades y convertidor de par. La del 3008 también es de convertidor de par (no confundir con CVT, es raro, pero pasa) pero es mucho mejor. Los cambios son mucho más fluidos, más silencioso, la verdad es que fenomenal. Un gran cambio.
A la hora de adelantar sigue siendo un poco lento, aunque en modo sport es algo más rápido, y en todo caso, siempre tienes las levas con las que puedes reducir y adelantar a alguien. Aunque esto se dice más fácil de lo que realmente es. Dejadme que os hable del i-Cockpit.
Partiendo de la base de que el i-Cockpit es para mi uno de los mejores interiores que hay actualmente en el mercado en lo que a diseño se refiere, este también plantea ciertos desafíos a la hora de utilizarlo. El primer detalle es que mi padre y yo somos casi idénticos en lo que estatura se refiere, queda patente en que en el 508 usábamos los dos el coche y la posición de conducción era la misma para los dos y nos valía. En este no.
Esta particular posición de conducción te obliga a ver la instrumentación por encima del volante y no a través de este como hacen la mayoría de fabricantes. En mi caso tuve que ajustarme para poder ver completamente el cuadro de instrumentos ya que el volante me estaba tapando la parte inferior. Del Virtual Cockpit no hay queja, quizás las animaciones son demasiado largas para mi gusto cuando cambias de menú, pero todo lo demás, fenomenal. Para alguien obsesionado con paneles OLED y demás me sorprendió lo bien que se veía en cualquier momento. Muy buen trabajo Peugeot.
Lo que no me gustó tanto fue la parte del sistema de infoentretenimiento. Para los que no lo sepáis, el 3008 junto con otros tantos modelos del grupo PSA, tiene los mandos del climatizador dentro del sistema, es decir, que para ajustar el clima, tenemos ir a un menú específico, ajustar la temperatura y luego si queremos hacer otra cosa como cambiar de emisora de radio, toca cambiar de menú y estos menús no son de lo más intuitivo.
La ergonomía de los elementos detrás del volante en este modelo en particular tampoco es lo mejor del mundo. Y me refiero a este modelo en particular porque al tener las levas del cambio en el lado izquierdo nos encontramos con un surtido de elementos a menos de dos dedos entre ellos.
Uno es el indicador de los intermitentes y las luces, justo debajo está la piñata para ajustar el control de crucero y entre medias tenemos la leva para bajar marchas. Es con diferencia lo que más me ha molestado porque si los mandos del control de crucero estuvieran por ejemplo en el volante a la hora de conducir sería uno de los mejores si es que no el mejor.
Cuando sales a la carretera, el coche va muy suave, la suspensión tiene un buen equilibrio, ni muy dura ni muy blanda que junto con los asientos de alcántara que son una maravilla, viajar en él es algo que se hace muy placentero. Los retrovisores me gustan, bien grandes, y el consumo estaba muy bien, sobre los 6 litros a los 100 yendo a 123 kilómetros por hora y subiendo de los 10 metros de altitud que estamos en mi zona de Valencia hasta los más de 1200 metros.
En las carreteras con más curvas, nacionales en su mayoría de camino al pueblo lo que más me ha gustado es que el coche se comporta de forma sorprendente a la hora de atacar las curvas. Al ser un SUV y tener el centro de gravedad tan alto esperas salirte de las curvas, mucho subviraje. Y con lo que me encontré fue con un comportamiento mejor que el del 508 (la primera generación). La puesta a punto del 3008 y la plataforma EMP2 del grupo PSA son los dos protagonistas de una obra que tiene un gran final.
Ya en Yunquera de Henares y el coche aparcado, fuimos a comer a un sitio muy interesante que os recomiendo si sois comedores llamado Mesón el Rodeo. Muy buen trato, muy buena gente y la comida genial.
Por la tarde fuimos a ver los campos de lavanda y bueno, esto es lo que pudimos ver, la verdad es que de camino estábamos preocupados porque todo estaba lleno de secarrales. Lo empezábamos a ver todo bastante negro y entonces…
Cuando bajamos a tomar algo, fuimos a Brihuega, y… Sabéis cuándo alguien se hace famoso rápidamente, no lo controla y se va de las manos. Bienvenidos a Brihuega.
Lo primero, no tengo nada en contra del pueblo, lo que pude ver tenía era muy cuco, claramente le han sacado partido al tema de la lavanda y tenían un mercado sólo con productos relacionados. En fin, que se han sabido mover. El mayor problema es que estaba muy lleno, y ser vecino de Brihuega no tiene que ser fácil cuando tienes todo el pueblo lleno de gente que no tienes ni sitio para aparcar. Porque creedme, no era fácil encontrar sitio.
El turismo ha llegado fuerte y vimos autobuses con gente que venía hasta de Filipinas para ver los campos de lavanda, impresionante. Y lo mejor de todo es que esta semana no era la importante, es justo esta semana de julio cuando se realiza la fiesta de la lavanda ya que es cuando esta tiene su mayor color. En el mismo campo de lavanda actúan Luz Casal y Ketama y esto en 2019, el año pasado fueron Café Quijano. Lástima no poder estar…
Tras pasar la noche y ver los campos de lavanda por la mañana, partimos a casa de nuevo y algo que me llamó mucho la atención fue que tuvimos que parar de nuevo para repostar ya que si no, no había manera de llegar. El depósito del 3008 es bastante pequeño, o por lo menos más pequeño de lo que se espera para este tipo de coche. Con un depósito podríamos hacer aproximadamente unos 750 kilómetros, supongo que el depósito de AdBlue tendrá algo que ver.
En resumen, el 3008 se portó muy bien, pese a sus detallitos y Brihuega os lo recomiendo a todos si os gusta todo el tema de la lavanda. Es algo distinto, por romper con el típico viaje de playa. Un poco de rústico y un poco de SUV.