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Según el jefe de Saab, el BLS fue la idea de Bob Lutz para dar establecer la base de Cadillac en Europa, un sedán que combinaría lujo y deportividad en una carrocería de dimensiones moderadas. Nada disparatado de no ser porque parecía un Saab 9-3 operado en una clínica clandestina. Nadie se tragó el engaño, y tras un desastroso resultado comercial (ni la carrocería Wagon pudo sacar al Saabdillac del abismo), General Motors se vio obligada a cancelar su comercialización. Cadillac nunca llegó a despegar en el Unión Europea, y el BLS desapareció silenciosamente con 7.365 unidades fuera de las cadenas de producción. Sólo alcanzó el 10% de las previsiones oficiales. En cuanto a los costes de desarrollo, cerca de 100 millones de euros, la factura fue directamente al buzón de Trollhattan, y no a la central de Detroit, añadiendo aún más pérdidas a las cuentas de Saab.

Jan Ake Jonsson ha señalado que Saab podría abandonar los números rojos en la segunda mitad de 2011, al menos si consigue alcanzar una media global de 80.000 a 85.000 unidades matriculadas en todo el mundo. Algo que no debería ser particularmente difícil, puesto que en 2008 logró vender 98.000 unidades, y entonces no tenía un reluciente 9-5 como el de ahora para dar algo de carne fresca a los concesionarios. Por supuesto, 2009 podría parecer un ejercicio más adecuado para hacer comparaciones por eso de que fue el último, pero piensa que GM paralizó la actividad de Saab durante varios meses.

Ahora hemos sabido que Victor Muller, el  número 1 de Spiker y ahora también de Saab está realizando intensas gestiones con otros fabricantes, sin especificar cuales, para revivir una de las leyendas de la casa sueca, el Saab 92. Imagino que básicamente estas serán con la gente de GM para utilizar alguna de las plataformas de la casa de Detroit sobre la cual revivir al compacto ya clásico, pero claro, en una versión 2.0 y que posiblemente ofrecería plantas motrices híbridas o incluso eléctricas.

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El Saab 92 fue uno de los grandes éxitos de la casa sueca y marcó un sello de identidad propia al constructor sueco, revolucionando la industria de aquellos años con el coche en forma de lágrima, que fue fabricado entre 1949 y 1956.

Además de un diseño futurista para su época el Saab 92 presentaba un coeficiente aerodinámico de solo 0.30, equivalente a un Acura NSX o un Koenigsegg CCX actuales.

A pesar de no ser un modelo rápido, ya que tenía en sus entrañas un motor de dos cilindros de 765 centímetros cúbicos y dos tiempos, que entregaba unos modestos 25 caballos y una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, el Saab 92 compitió en Rallies de aquella época, alcanzando un importante segundo lugar.

Y revivir esta leyenda del motor será una realidad muy pronto, ya que en una entrevista telefónica realizada a Victor Muller y que publica Auto News Europa, las negociaciones con otros fabricantes están muy avanzadas y que en un plazo no mayor a 100 días estarían resueltas.

Y la idea de revivir al Saab 92, o Saab 9-2 como posiblemente sea su nueva denominación es una jugada bastante inteligente, ya que Spyker estaría aprovechando exactamente lo que es el mayor activo de la casa sueca: Su prestigio y palmares; y lo que pondría en el mercado es un coche compacto, muy a tono con lo que demandan actualmente los mercados y que sería un rival directo del Volkswagen Beetle, el Fiat 500, el Mini y el Audi A1 entre otros, contra los que podría alzarse como orgulloso heredero de una saga brillante.

Así las cosas, no sería extraño que el próximo anuncio de la casa sueca sea revivir otra de sus leyendas, el Saab Sonett, claro que en versión 2.0